lunes, 26 de mayo de 2014

Crisis de ansiedad

Aparición temporal y aislada de miedo y malestar intensos, acompañados por una serie de síntomas que se inician bruscamente y suelen alcanzar su máxima expresión en los primeros 10 minutos, con una duración aproximada de unos 30 minutos (aunque esto varía mucho). También se le denomina ''ataque de pánico''.





















Los síntomas típicos en una crisis de ansiedad son palpitaciones, sudoración, temblores, disnea o sensación de ahogo, opresión torácica, mareo, náuseas o molestias abdominales, parestesias en diversas partes del cuerpo, escalofríos, despersonalización o desrealización, miedo a morir y miedo a volverse loco o a perder el control.

Aunque las crisis de ansiedad se suelen dar conformando el síndrome clínico del trastorno de angustia, también puede darse dentro de:
- Otros trastornos psiquiátricos: depresiones ansiosas, trastorno de ansiedad generalizada, trastornos obsesivos, fobias, etc.
- Como respuesta a una situación ambiental estresante.
- Tóxicos: Son frecuentes sobre todo tras el consumo de estimulantes del Sistema Nervioso Central (cocaína y anfetaminas) y en cuadros de abstinencia a depresores del Sistema Nervioso Central (alcohol o benzodiacepinas).

Tratamiento y medidas generales:

- Calmar al paciente, informarle que su problema no entraña ningún riesgo vital y
que todos los síntomas que presenta se deben a su estado ansioso.

- Las medidas abortivas de la ansiedad habrá que tomarlas inmediatamente, antes
incluso de realizar cualquier prueba, ya que nos puede orientar sobre la naturaleza
de la crisis. Se puede recomendar al paciente que se coloque en decúbito
supino y respire de forma pausada y profunda, y si persiste la hiperventilación se
le puede indicar que respire con una mascarilla con los agujeros taponados con
el fin de retener CO2 (no más de diez minutos).

- En la mayoría de los casos resulta conveniente utilizar medidas farmacológicas
para controlar los síntomas ansiosos.

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